Vamos a partir también de las distancias que tienen que recorrer los alumnos para llegar desde su casa hasta el instituto. Es similar un dato respecto a Primaria: el 94% vive a menos de 5 km. Sin embargo, crece el porcentaje de los que viven a más de 2 km. del centro escolar, un 35% en este caso.
Del mismo modo, crece también el porcentaje de chavales que utiliza el transporte público para ir a clase, cerca del 30%. En estas edades, el papel de los padres como "transportadores" se reduce. El coche, que en Primaria veíamos que representaba el 30% de los viajes, se reduce en este caso hasta el 14%. La movilidad peatonal sigue representando la opción mayoritaria, un 55,5%. La bicicleta alcanza un 1,2%.
Volvemos a encontrarnos datos "más sostenibles" que los que se obtienen del conjunto de la ciudad, pero somos conscientes de que trabajamos con centros concienciados con la movilidad limpia y saludable. También es cierto que otras variables condicionan estos resultados: los adolescentes carecen de vehículo privado, generalmente no quieren ir acompañados por sus padres y comienzan a desarrollar su autonomía, a relacionarse con su entorno por ellos mismos.
Sin embargo, a la hora de indagar sobre sus preferencias, sale a la luz la realidad cultural que atesoramos: el 30,4% de los alumnos manifiestan que les gustaría ir en coche. Se acercan a la mayoría de edad y a la posibilidad de conducir un vehículo privado... de los de combustión, no de los de pedales.
Como reflejan estas encuestas, hay mucho camino por recorrer. Un dato para la esperanza: al 16% le gustaría moverse en bici. Casi la mitad, el 46%, se decanta por la movilidad activa. Esperemos que cada vez sean más.
NOTA: datos actualizados a las 15:30 h al incorporar nuevas encuestas. Las variaciones son mínimas y hemos optado por corregir los datos para que permanezcan publicados correctamente.
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